Todos los secretos de la vitamina C
La vitamina C es de fundamental importancia para el bienestar y la salud de los tejidos gracias a su acción antioxidante que ayuda a preservar de la mejor manera posible todas las funciones celulares.
La vitamina C es muy muy importante para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario; de hecho, una ingesta continua y regular de ácido ascórbico ayuda a prevenir las dolencias típicas de la temporada de invierno.
Durante la actividad deportiva o mental elevada, en estados de estrés, humo de tabaco, exposición a contaminantes, etc. el consumo de Vitamina C aumenta considerablemente.
¿Qué es la vitamina C?
La vitamina C, o ácido ascórbico, pertenece al grupo de las llamadas vitaminas hidrosolubles, es decir, el grupo de vitaminas que se disuelven en agua. La vitamina C no se puede acumular en el cuerpo, sino que debe ingerirse regularmente a través de los alimentos. La vitamina C es muy sensible a las altas temperaturas, por lo que al cocinarla en agua se pierden todas sus propiedades.
Propiedades de la vitamina C
La vitamina C tiene un extraordinario poder antioxidante capaz de neutralizar la acción de los radicales libres y contrarrestar el envejecimiento estimulando la producción de colágeno. También tiene un efecto uniforme ya que ayuda a aclarar las manchas y compactar la textura.
Precisamente gracias a sus propiedades antioxidantes, la vitamina C eleva las barreras del sistema inmunitario y reduce el riesgo de tumores, especialmente de estómago, al inhibir la síntesis de sustancias cancerígenas.
Dónde se encuentra la vitamina C
La vitamina C se encuentra principalmente en algunos tipos de frutas y verduras como naranjas, fresas, mandarinas, kiwis, limones, espinacas, brócoli, tomates y pimientos. Estos alimentos deben conservarse durante no más de 3-4 días y consumirse crudos o, en todo caso, poco cocidos, ya que la vitamina C es sensible a las altas temperaturas
¿Cuánta vitamina C debo tomar?
El requerimiento diario de vitamina C es de aproximadamente 90 mg para los hombres y de aproximadamente 70 mg para las mujeres, y el requerimiento aumenta durante el embarazo
La deficiencia de vitamina C provoca la aparición del escorbuto que se manifiesta con apatía, anemia e inapetencia seguida de sangrado de las encías, caída de los dientes, dolor muscular y sangrado subcutáneo.
Exceso de vitamina C
La ingesta excesiva de vitamina C puede provocar problemas renales, con formación de cálculos, o puede provocar un aumento de los valores de hierro circulante en la sangre porque la vitamina C favorece su absorción. Además, pueden presentarse dolores de cabeza, acidez estomacal, vómitos, diarrea, gastritis y calambres abdominales, pero también debilidad, mareos y sofocos.
Vitamina C y resfriados
Siempre se ha creído que tomar vitamina C puede eliminar los resfriados. ¡No es tan! La vitamina C no tiene propiedades terapéuticas y no puede prevenir ni curar los resfriados.
La vitamina C por otro lado tiene la capacidad de reducir los tiempos de recuperación de un episodio de gripe, siempre obviamente abusando de ella en su ingesta, para no crear una sobredosis.