La importancia de una presión arterial normal
La presión arterial es la presión que ejerce el corazón para hacer circular la sangre en el cuerpo.
A menudo se piensa que la presión arterial alta es una patología, pero debe considerarse como un factor de riesgo para la aparición de patologías importantes como el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular y la angina de pecho. Por ello es importante asegurar su normalización para evitar la aparición de las patologías antes mencionadas
Una presión considerada normal es entre 100 y 120 mmHg (milímetros de mercurio) como máximo y 70-80 mmHg como mínimo.
Hablamos de hipertensión arterial cuando uno o ambos valores de presión arterial superan constantemente los 130/85 mmHg.
Es importante saber si hay familiares que tengan valores de presión arterial elevados ya que, en este caso, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares relacionadas con la propia hipertensión.
El estrés, la mala alimentación, el consumo excesivo de sal, el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo son responsables de la hipertensión arterial.
En particular, el consumo excesivo de sal puede provocar enfermedades cerebrovasculares y cardiovasculares. Reducir la cantidad de sal a 2 g al día reduce el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular en un 10 %.
Con frecuencia cardíaca, sin embargo, nos referimos al número de pulsaciones (o latidos) que realiza el corazón cada minuto.
Tu frecuencia cardíaca debe fluctuar entre 55/60 latidos por minuto.
Si el valor es mayor hablamos de taquicardia, si es menor hablamos de bradicardia.