Cómo proteger la piel de los niños de las quemaduras solares
La exposición directa a la luz solar, a evitar en los dos primeros años de vida, debe realizarse de forma progresiva y aplicando siempre una crema protectora.
El verano está muy cerca y para muchos ya es hora de ir a la playa. Sin embargo, la exposición excesiva al sol puede causar daños en la piel, especialmente en los más pequeños.
La piel tiene memoria y las quemaduras solares contraídas durante la infancia y la adolescencia pueden tener consecuencias en la piel incluso años después. Por este motivo, la implementación de acciones preventivas es fundamental. Además de los riesgos asociados al calor, el sol puede representar un peligro de quemaduras y erupciones cutáneas, que pueden dañar la piel provocando alteraciones precancerosas, la aparición de arrugas y otros signos de envejecimiento cutáneo.
Qué hacer después de una quemadura solar
En caso de quemadura solar, es importante ante todo evitar que el niño vuelva a exponerse al sol en los días siguientes. Para tratar las quemaduras solares, se deben aplicar varias veces al día cremas calmantes para después del sol adecuadas para su delicada piel. En el caso de quemaduras más graves se pueden aplicar cremas antiinflamatorias (cortisona) y antibióticas. Si la quemadura va acompañada de fiebre, es recomendable consultar a un médico."
Cuidado con el sol antes de los dos años
Antes de los dos años se debe evitar la exposición directa al sol ya que la piel de los niños es muy delicada y menos protegida. El sol podría dañar la estructura de la piel con mucha facilidad y las células podrían sufrir daños que se harían más evidentes con el tiempo. Además, la exposición al sol podría aumentar el número de lunares en la piel.
A partir de los dos años, los niños pueden exponerse al sol de forma gradual en las primeras horas de la mañana y al final de la tarde, aplicando una crema protectora. La crema debe aplicarse varias veces y en cualquier caso se recomienda que los niños lleven gorro y camiseta. La piel de los niños debe protegerse con un producto adecuado para ellos y no se recomienda el uso de productos solares para adultos. El producto debe ser de fácil aplicación para no irritar la piel y causar molestias a los niños.